El estallido natural marca el inicio de una nueva temporada de enoturismo, vinos y experiencias inolvidables
Con la llegada de la primavera, las viñas vuelven a la vida. Estos días, los primeros brotes verdes empiezan a brotar en las cepas, dejando atrás el paisaje invernal y tiñéndolo de verde esperanza. Este momento es, sin duda, uno de los más esperados para quienes vivimos la viña desde dentro.
Los brotes son mucho más que una promesa de uva. Son el símbolo del renacimiento natural, del ciclo de la viña que vuelve a comenzar, y también una invitación abierta a descubrir todo lo que nuestra bodega puede ofrecer en esta época tan especial.
Primavera: el momento ideal para hacer enoturismo
Con el buen tiempo, los días más largos y los paisajes florecidos, la primavera es una estación inmejorable para visitarnos. Proponemos un viaje sensorial entre viñas, donde se pueden descubrir los secretos del cultivo, pasear entre cepas, y entender cómo se elabora el vino que, más tarde, llega a tu mesa.
Durante las próximas semanas, los brotes irán creciendo hasta convertirse en sarmientos llenos de vida y, finalmente, dar paso a los primeros racimos. Un proceso que se puede observar casi día a día y que hace que cada visita sea única.
Vivir el vino desde el origen
Visitar nuestra bodega no es solo hacer una degustación: es adentrarse en la cultura vitivinícola, escuchar las historias que esconden las botellas, y compartir momentos y emociones. Además, damos la posibilidad de comprar los vinos que más te gusten, para seguir disfrutándolos en casa.
Un espacio para conectar con la naturaleza
Nuestra propuesta va más allá del vino. Es una experiencia completa en un entorno privilegiado, ideal para escapadas de fin de semana, encuentros con amigos o actividades en pareja. Nos gusta pensar que aquí, entre viñas, cada visitante puede reencontrarse con la calma y la belleza del paisaje.
Te esperamos con la viña en plena floración y las copas listas. Mucho más que viñas.